“Sobre la fotografía” Susan Sontang



.E N S A Y O.
Sontang en su libro hace un análisis no sólo de la evolución de la imagen fotográfica, sino que también invita al lector a reflexionar sobre del cambio paralelo que tiene la humanidad ante tales avances, los cuales en parte han moldeado nuestra percepción de la realidad. Así mismo hace una crítica objetiva a una sociedad consumista de imágenes.  
En lo personal, la idea de poder capturar un fragmento de “realidad” y traspasarla a una superficie bidimensional, siempre me ha parecido un acto increíble y de ficción. Parece raro pensar que alguien perteneciente al siglo XXI le resulte surreal hacer una fotografía. Y es que la vida en la actualidad pasa tan veloz, es tan volátil, que no nos detenemos a reflexionar lo que nos rodea. Pero realmente la fotografía puede entenderse como algo surreal ya que es una imagen que muestra el pasado, un momento que ya no es real. Así mismo muestran el imaginario de la realidad del fotógrafo. Los fotógrafos influenciados por el surrealismo, opinan que es vanidad tratar de comprender el mundo en vez de coleccionarlo. Entonces el surrealismo es la aceptación del mundo moderno, de la idea del hombre y la razón, de la paz universal según Kant. Olvidando la moral y la búsqueda de cambio de consciencias. Sólo queda el bello registro del camino hacia la incertidumbre.
Después de leer a Susan, me quedo con algunas ideas que escribe y mis reflexiones acerca de ellas.
“El resultado más importante del empeño fotográfico es darnos la impresión de que podemos contener el mundo entero en la cabeza, como una antología de imágenes”.
La autora al hacer una analogía de nuestra realidad con las cavernas de Platón, menciona que gracias a la avidez de la mirada fotográfica las condiciones del confinamiento en la caverna cambian ahora a nuestro mundo, pues la fotografía muestra nuevos panoramas a través de códigos visuales que nos permiten decidir qué es lo que queremos y merecemos observar. Las fotografías alteran y amplían nuestras nociones de lo que merece la pena mirar y de lo que tenemos derecho a observar.
“Fotografiar es apropiarse de lo fotografiado”.
“Las fotografías, que almacenan el mundo, parecen incitar el almacenamiento”.
Me hace pensar en lo que vivimos en la actualidad, la mayoría jóvenes. Debemos estar continuamente en comunicación gráfica para coexistir, las redes sociales están plagadas de inimaginables cantidades de imágenes, tanto desechables como almacenables. Si no actualizas tu Instagram o Facebook con una nueva fotografía (la mayoría malas), no perteneces al mundo de la imagen digital, no existes.
“Todo uso de la cámara implica una agresión”.
Desde mi punto de vista, esta frase podría aplicar con mayor precisión en la época en la que Susan escribió el libro. Puesto que hoy es extraño el que no hace fotografías. Siempre será un poco intimidante estar delante del ojo fotográfico, sin embargo nos hemos acostumbrado. Que te apunten con una cámara se toma con cierta naturalidad.
“Aquella época en que hacer fotografías requería de un artefacto incómodo y caro -el juguete de los ingeniosos, los ricos y los obsesos- parece, en efecto, muy remota a la de la era de las elegantes cámaras de bolsillo que induce a todos a hacer fotos… Es sobre todo un rito social, una protección contra la ansiedad”.
“Las cámaras son máquinas que cifran fantasías y crean adicción”.
“La necesidad de confirmar la realidad y dilatar la experiencia mediante fotografías es un consumismo estético al que hoy todos son adictos”.
Esto ilustra con eficiencia la idea de nuestra era tecnológica. Cualquiera tiene acceso a una cámara. Es imposible pensar que un teléfono celular no tenga cámara incluida. Parece que fotografiar lo que nos rodea se ha intensificado aún más en nuestro inconsciente colectivo. Como si sólo al capturar el momento, éste se vuelva real.
“Para los fotógrafos aficionados una fotografía bella es la de algo bello”.
Esta idea no sólo se le adjudica a la fotografía, en las artes plásticas, es común aún en la actualidad, ver gente confundida que cree que sólo las obras que siguen los cánones de belleza de siglos atrás son dignas de considerar como arte. Sin embargo, como menciona E. H. Gombrich en La Histoira del arte, “…la inclinación a los temas bonitos y atractivos pueden convertirse en nociva si nos conduce a rechazar obras que representen asuntos menos agradables…La hermosura de un cuadro no reside realmente en la belleza de su tema”.
 [Fotografía:] “…la más suave de las depredaciones, con el objeto de documentar una realidad oculta, es decir, una realidad oculta para ellos”.
“El fotógrafo saquea y preserva, denuncia y consagra a la vez”.
Aquí, Sontang habla sobre el “voyerismo” en la actividad fotográfica, sobre el ser o no partícipe en el evento fotografiado. El fotógrafo siempre preferirá documentar lo que ve antes que intervenir y ser parte de la escena. Esto me recordó a unas imágenes de fotógrafos de Discovery Channel que estaban documentando la vida salvaje de alguna parte del mundo. Se trataba de animales devorando a otros animales, por su puesto que no pueden intervenir. La cara de horror y el llanto me impresionaron, pero como menciona Susan, documentar es también una participación que promueve la acción.
“Muchas personas se inquietan cuando van a ser fotografiadas: no porque teman, como los primitivos, un ultraje, sino porque temen la reprobación de la cámara”
En la historia de la fotografía se da una pugna entre el embellecimiento y la veracidad. La cámara fomenta el valor de las apariencias. Las fotografías sólo son un trozo de algo, el peso moral y emocional dependerá de dónde se inserte, cambiará dependiendo del contexto que la rodee.
Lo que interesa “son las fotografías que dicen algo de un modo nuevo -escribe Harry Callahan- no con el propósito de ser diferentes, sino porque el individuo es diferente y el individuo se expresa a sí mismo.”
“No es del todo erróneo afirmar que no existe una mala fotografía, sino solo fotografías menos interesantes, menos relevantes, menos misteriosas”.
La fotografía estadounidense ha ido contra el “westonismo”, es decir, contra la fotografía contemplativa, la fotografía considerada como una exploración visual e independiente del mundo sin ningún apremio social evidente.
“Nuestra irreprimible sensación de que el proceso fotográfico es algo mágico tiene una base genuina…Las fotografías son un modo de apresar una realidad que se considera recalcitrante e inaccesible, de imponerle que se detenga. O bien amplían una realidad que se percibe reducida, vaciada, perecedera, remota. No se puede poseer la realidad, se puede poseer (y ser poseído por) imágenes”.
La fotografía nos ha conferido la idea de tener la “capacidad mágica” de poder contener la realidad sólo mediante imágenes, que realmente nos poseen a nosotros, los fotografiados. La cámara establece una relación entre el presente y las experiencias instantáneas. Las fotografías brindan modos paródicos de posesión: del pasado, el presente, aun el futuro.
Así mismo, la fotografía despersonaliza la relación que tenemos con el mundo. “La fotografía no se limita a reproducir lo real, lo recicla”. La cámara en la sociedad funciona en su mayoría como un espectáculo, pero para el gobierno es un objeto de vigilancia.
“Si acaso hay un modo mejor de incluir el mundo de las imágenes en el mundo real, se requerirá de una ecología no solo de las cosas reales, sino también de las imágenes”.
Para finalizar, pienso que Susan Sontag nos quiere hacer ver la realidad de la fotografía, aunque suene un tanto irónico. Lo que se vive en la actualidad es una contaminación de imágenes que no perduran, están en continuo movimiento. Esto por un lado es bueno, porque con ello se ha creado un lenguaje alternativo y global. Por otro lado, también nos ha hecho dependiente consumidores, adictos a grafismos. No nos interesa cultivar nuestra mirada. Creo imperativo ser consciente de ello, trabajar en una verdadera educación visual. Ser más reflexivos en lo que vemos y en lo que queremos que los otros vean. Es una responsabilidad que debemos asumir como sociedad virtual. 

Bibliografía
Sontag, Susan. Sobre la fotografía. México, gandhi, 2016.
E. H. Gombrich. La Histoira del arte. México, PHAIDON, 2010.

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