“Después de la fotografía” Fred Ritchin
.E N S A Y O.
“Hemos entrado en la era digital y la era
digital ha entrado en nosotros”.
En este libro se
condensa la idea de una nueva etapa, en la cual estamos inmersos: la era
digital. Y cómo es el paso del tiempo a través de la fotografía, haciéndola
evolucionar, cambiando a su vez a la sociedad y nuestro modo de ver, la concepción
que tenemos de lo posible. Es un análisis sobre la transición que experimentó
la fotografía análoga a digital y presenta las posibles direcciones a las
cuales se podría dirigir en un futuro.
La idea de representar
a la realidad es reemplazada por distorsión de nuestra visión de lo real; los
medios analógicos vienen acompañados de una continuidad de procesos mecánicos y
de un fluir de lo tangible, mientras que lo digital significa una visión
separada en segmentos y fracciones, intangible, algo inimaginable en la era de
la fotografía análoga.
“Los medios en el entorno digital nos cambiarán de manera
profunda y permanente”.
En la actualidad,
nuestra vida se encuentra envuelta si no completamente, en su mayoría de la
tecnología, gran parte de nuestra existencia está basada en el uso de
dispositivos digitales, creando una extensión del mundo real, un espacio
virtual. Lo que nos convierte en seres vulnerables y dependientes, con un nuevo
concepto de la realidad. Consiste en una continua interacción con los otros a
través de Internet. La información y el arte ya no son como se percibían antes,
ahora están sujetos a la constante transformación e intervención colectiva.
Ritchin fundamenta
que hoy en día no podemos estar seguros de que una imagen es real pues todo se
puede alterar fácilmente a través de editores. Este factor es propenso a ser
utilizado de manera maquiavélica, pues es posible manipular al espectador y
hacerle caer en la desinformación. En el 2007
se crearon 250 millones de fotografías digitales. Nueve años después de que
Ritchin escribiera este texto se reportan un promedio de 600 millones de fotos
en Snapchat, 400 millones en Facebook y 90 millones en Instagram al día (El
comercio, 2016), y
estas cifras sólo hacen referencia a tres plataformas, y no al total de
fotografías que se subieron a la red ese año.
Existe el fenómeno de
la deshumanización que va de la mando de la desensibilización del ser humano en
donde recreamos un “yo” digital, que por la cantidad masiva de información y
desinformación a la que estamos expuestos, nos es normal ver cualquier tipo de
imagen sin sorprendernos o reflexionar al respecto. La digerimos para seguir
viendo la siguiente imagen. Es un bombardeo inmesurado.
Ritchin analiza el
uso de la Fotografía durante las guerras y los eventos históricos; el uso de
imágenes a través de la historia y los patrones que se repiten para fundamentar
y crear causas las cuales pueden manipular al publico. La presencia de
fotógrafos en las diferentes guerras ha sido un gran factor en la noción de la
conciencia pero esto ha cambiado con el tiempo y el avance de la tecnología.
Hoy en día documentar los eventos actuales a través de una cámara digital o un
teléfono ‘inteligente’, está al alcance de la mayoría, es posible modificar y
compartir en la Red, provocando diferentes efectos en el publico espectador. Esto
es parte de la deshumanización que nos ha ocasionado la era digital, a veces
caemos automáticamente en el acto de documentar para coexistir en el mundo
virtual. Hablo por experiencia propia, jamás había vivido un desastre natural
tan de cerca, el pasado 19 de septiembre de 2017, un sismo nos sorprendió en la
escuela, y vi a muchos tomando fotografías en vez de ponerse a salvo ¿A caso
ese registro tenía como objetivo un número de likes?… Así mismo, de parte de
las televisoras y noticias, la manipulación que tuvo este evento, fue masivo
con ayuda de la información manipulada.
La automatización de los
dispositivos fotográficos y la interconectividad a través de la web no sólo han
incrementado en número de fotografías producidas, sino que han arrastrado
consigo grandes cambios a nivel social, político, económico y cultural. Todas
las disciplinas (científicas, artísticas y comerciales) han tenido que
adaptarse a la transformación digital; se trata de una nueva era donde
prefigura el uso de la tecnología y en la cual la vida es presa de una
progresiva y constante vigilia visual.
Otro punto del libro que
me llamó la tención, es el uso de la fotografía utilizada desde un cliché (tarjetas
postales para promover el turismo), hasta la mercadotecnia. Imágenes alteradas
para fines corporativos así como también para crearnos un parámetro de cómo deberían
de ser las cosas o la vida y qué deberíamos de consumir. Tomando el mismo
ejemplo del sismo, pude notar en las redes sociales peticiones a los
gobernantes para que dieran el dinero de sus campañas electorales a la
reconstrucción de los municipios afectados, sin embargo, algunos sacaron
provecho para beneficiar su imagen pública.
La fotografía digital
ya no exige el valor de objeto escaso o único que tiene la pintura y la
fotografía análoga. El valor de lo digital está más en un valor exploratorio,
inclusivo, interactivo y hasta interdisciplinario. Se trata de evadir la
limitación de ver sólo lo que el fotógrafo quiere que veas y de dar mayor valor
a la originalidad del momento en que miramos, escuchamos, leemos, repetimos y
revisamos. La fotografía digital obtiene una importancia conceptual,
aunque manteniendo su valor documental (que por la falta de credibilidad está
en riesgo).
Recuerdo haber leído
en preparatoria parte de una tesis doctoral de Alfredo
Rivero Rivero “El
modelo digital en la producción de la imagen”. Y encuentro similitudes con el
libro de Ritchin. Pues en ella también se resalta que la extensión
y la aplicación de la tecnología informática en el contexto de la producción,
difusión y consumo de la imagen es responsable de una creciente cultura
digital. Gracias a los avances en la digitalización de señales, se propicia la interacción
entre diferentes tecnologías y medios. Se dice que el medio digital se
convierte en el soporte más avanzado que permite realizar todos los procesos
relacionados con la imagen. De
esta forma, la progresiva implantación de la tecnología informática establece
un nuevo paradigma en la evolución de la producción iconográfica. La
computadora representa la herramienta fundamental en el modelo digital y supone
un paso más avanzado en el proceso de tecnologización de la imagen. Un proceso
que ha pasado de unos sistemas mecánicos y automatizados (fotografía), a unos
sistemas abstractos y simbólicos, basados en la microelectrónica. La
digitalización, el cálculo numérico, algorítmico, como método para la
representación visual se convierte en la cualidad técnica esencial que define
al modelo digital.
Ritchin propone la
introducción del hipertexto, que implica poder enlazar una sola fotografía con
muchas otras fotografías, documentos y sonidos que amplíen el panorama del
espectador. Después aboga por procurar mantener la ambigüedad de la fotografía
y sus muchas posibles lecturas e interpretaciones sin recurrir al limitante pie
de página, aunque quizá el hecho de que los datos estén ocultos a modo de
hipervínculos en un principio podría ayudar a respetar esa ambigüedad.
Ritchin
para ilustrar mejor la idea, alude a libros futuristas como “Un Mundo Feliz” de Aldous Huxley, “1984” de
George Orwell o “Fahrenheit 451” de Ray Bradbury. Pues con ellos predice
situaciones como la fusión entre la maquina y el ser humano, la concepción de
los cyborgs hasta la ingeniería biológica de el ser humano alterado
genéticamente. Plantea un futuro en donde
la Fotografía podría incorporase a nuestros cuerpos y podríamos producir
imágenes basándose en la presión arterial sanguínea o incluso a través de los
pensamientos, esto podría llegar a crear situaciones que crearan los “policías
del pensamiento” como en la novela de Orwell. Eso me recuerda de cierto modo a
los dispositivos para la realidad virtual. También habla de paredes las cuales
podrían generar imágenes de cualquier paisaje que deseemos, como en “Fahrenheit
451” donde las habitaciones están formadas por paredes que producen la imagen que se deseé y
con las cuales pueden comunicarse con cualquier persona aunque también a través
de estas paredes, las autoridades siempre están vigilando a la sociedad.
En el libro se presentan varias ideas sobre la fotografía del futuro las cuales podrían tomar direcciones benéficas para la sociedad: el Cubismo en la fotografía a través de la yuxtaposición imágenes, podría utilizarse para mostrar dos perspectivas diferentes del mismo momento documentado. También propone la idea de crear fotografías que presenten una versión del futuro para generar consciencia sobre eventos que se podrían evitar.
En el libro se presentan varias ideas sobre la fotografía del futuro las cuales podrían tomar direcciones benéficas para la sociedad: el Cubismo en la fotografía a través de la yuxtaposición imágenes, podría utilizarse para mostrar dos perspectivas diferentes del mismo momento documentado. También propone la idea de crear fotografías que presenten una versión del futuro para generar consciencia sobre eventos que se podrían evitar.
Finalmente, Ritchin
cierra el libro hablando sobre las diferentes posibilidades y probabilidades
que genera una fotografía; desde llevarnos a distintos sentimientos o
sensaciones hasta a la percepción de diferentes dimensiones a través de capas
digitales que no podemos palpar de una manera tangible. Habla sobre el momento
de la captura de una imagen y el instante después, en donde nuestra mente
podría generara posibilidades y probabilidades que existen en diferentes
tiempos creando así una fotografía quántica no tangible que se relaciona con lo
espiritual y lo etéreo.
Este libro me hizo
reflexionar sobre lo que es la imagen hoy en día. Debemos ser más conscientes antes de fotografiar,
modificar o crear una imagen. La fotografía en la era digital nos sirve como un
medio para crear constantes posibilidades de expresión a través de las nuevas
tecnologías. Pero ¿a dónde nos dirigimos? ¿Podríamos usar la Fotografía como una
herramienta para generar consciencia y tratar de resolver nuestros errores como
humanidad o será un arma contra nosotros mismos para convertirnos en
prisioneros de una realidad subjetiva?
Bibliografía
·
Fred Ritchin. Después
de la fotografía PDF. México, Serieve, 2010.
·
Alfredo Rivero Rivero. El
modelo digital en la producción de imagen. Tesis Doctoral. Volumen 1. Noviembre
de 1997
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